La industria del plástico se ha puesto en marcha para demostrar que ofrece más soluciones que problemas a la sociedad actual y que es la primera interesada en atajar los inconvenientes derivados de los residuos que provoca. Y para ello, ha creado una iniciativa en nuestro país llamada EsPlásticos, lanzada hoy con el eslogan: ¿Te imaginas un mundo sin plásticos?
EsPlásticos es un proyecto de unión de los diferentes agentes que forman parte del sector y de la cadena de valor de los plásticos, una plataforma con alcance nacional y abierta a todos los agentes de la industria.
El objetivo principal de la Plataforma es dar a conocer las soluciones sostenibles que los plásticos ofrecen a los retos de la sociedad así como destacar los numerosos avances económicos, técnicos, sociales y medioambientales que estos materiales inigualables han hecho y siguen haciendo posibles.
La plataforma ha organizado un encuentro en la redacción de El Confidencial en que se pusieron sobre la mesa una batería de soluciones para mitigar los problemas derivados de un mal uso de los residuos plásticos. “Gracias a los plásticos, podemos ayudar a mitigar el cambio climático. Si sustituyéramos todos los envases de plástico por otros materiales, estaríamos utilizando cuatro veces más cantidad de materia, consumiendo más del doble de energía y triplicando las emisiones a la atmósfera”, aseguraba Ignacio Marco, director general de PlasticsEurope, la Asociación Europea de Productores de Materias Primas Plásticas.
EsPlásticos nace con la intención de “aunar y sumar esfuerzos contra el problema de la basura marina. Es un problema de todos que debemos solucionar entre todos”, aseguraba. Con esta iniciativa, este sector pretende hablar a un público general de una “industria transversal”, ya que no hay sector que no dependa, en mayor o menor medida, de esta materia.
Uno de los mitos con los que quiere acabar la plataforma es la idea de que el plástico no tiene un valor reciclable. “En los últimos 10 años, en España se ha multiplicado la cantidad de plástico reciclado. De medio millón de toneladas se ha pasado a 1,075 millones en 2018”, enumeraba Isabel Goyena, directora general de Cicloplast. Según las cifras aportadas por Goyena, nuestro país es el segundo de Europa que más envases recicla, pero también quiso dar un toque de atención a aquellas voces contrarias al plástico: “De 129 millones de toneladas de residuos que generamos, solo dos millones son plásticos”, afirmó.
La industria del plástico en España aglutina 3.132 empresas de las que un 98% son pymes que dan trabajo a más de 90.000 personas. “Hablamos de un 21% de la industria manufacturera de España, que supone el 2,7% del PIB y que genera empleo de calidad, con un 93% de contratos indefinidos, un salario medio por encima de la media del sector y muy repartido por la geografía nacional, lo que ayuda a frenar el fenómeno de la España vaciada”, opinaba Luis Cediel, director general de la Asociación Española de Industriales de Plásticos (Anaip).
El problema del residuo
Un punto en el que todos los ponentes se pusieron de acuerdo es la necesidad de tratar los residuos plásticos de manera correcta para evitar imágenes que han poblado los medios de comunicación durante los últimos años en que se pueden observar estos deshechos en el mar. El problema, señalaron, no se encuentra en el plástico sino en la concienciación de las personas o empresas que no reciclan.
“El 80% de los plásticos que llegan a los mares viene desde tierra. Se han utilizado durante mucho tiempo como vertedero. Necesitamos incidir en el comportamiento cívico de la sociedad, pero también es importante apuntar que solo el 1% viene de Europa, mientras que el 55% de esos residuos llega desde cinco países asiáticos. Es un problema global que se tiene que arreglar buscando soluciones globales de aplicación local. Reducir únicamente las emisiones que provienen de Europa no resolverá el problema. El Mediterráneo es uno de los mares más contaminados, y sus principales puntos de entrada de residuos son las costas de África y Asia”, apuntaba Marco.
Solo el 1% de la basura marina viene de Europa, mientras que el 55% de esos residuos llega desde cinco países asiáticos
Una de esas soluciones globales de aplicación local pasa por potenciar el ecodiseño dentro de los procesos industriales. Lo explicaba de manera más detallada José Antonio Costa, director del Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas): “Hay que ver qué alternativas no empeoran el problema. Estamos viendo cosas sorprendentes, como envasar el agua en ‘brik’ cuando lleva una capa de plástico, otra de aluminio y otra de papel. El ecodiseño es una parte fundamental de la economía circular. Ahora hay botellas de plástico para el agua que casi se doblan en la mano. Se ha logrado dar el mismo uso y la misma seguridad al producto pero reduciendo el espesor del envase”. Los ponentes también recordaron que el plástico puede pasar por plantas de reciclaje en numerosas ocasiones, fomentando el concepto de economía circular.
«Innumerables ventajas para el día a día»
Los presentes también quisieron hacer un llamamiento al progreso asociado al plástico desde su aparición, hace un siglo. “Si viviéramos sin plásticos, retrocederíamos 100 años en la evolución. La esperanza de vida hace un siglo era de 32 años, ahora es de 83. Hoy no se concibe un hospital sin el uso de plásticos y este material ha posibilitado la erradicación de infecciones bacterianas”, argumentaba Cediel. Costa también quiso incidir en la importancia del plástico en la medicina contemporánea: “Más del 50% de los productos desechables están hechos con este material”. Pero también ha habido avances en otras industrias. En automoción, «hemos desarrollado un plástico conductor de la electricidad que puede generar calor, incrementando hasta un 35% la autonomía de la batería de los vehículos», afirmaba el director del Instituto Tecnológico del Plástico.
Costa enumeró dos puntos que hacen especial este material: el coste energético de producción y su reducido peso. Ambos puntos relacionados, además, con un tema capital: el cambio climático. “Las propiedades que da se pueden comparar a la cerámica o al metal. Pero el plástico se procesa a 200 o 300 grados, mientras que el vidrio lo hace a 1.500. Esta reducción del coste energético se traduce en una reducción del coste en emisiones de CO2. El peso también tiene impacto en esas emisiones, ya que se han podido fabricar aviones y coches más ligeros”. Según afirmaron los ponentes, los plásticos han permitido reducir un 35% el peso de los aviones, con su consiguiente ahorro energético.
Bolardos, carriles bici, bolígrafos o envases son algunos de los productos y objetos que se pueden fabricar con plásticos reciclados. “La industria se está esforzando comprando maquinaria que permita el uso de plásticos reciclados. Es un plus que fomentará la economía circular —remataba Goyena—. Es importante la colaboración del ciudadano y de las administraciones públicas. Hay un reto, que es introducir en toda Europa 10 millones de toneladas en creación de nuevos productos. Se trata de crear el mayor número de productos con materias recicladas». Productos que darán sentido a esa economía circular que, según asintieron los presentes, no puede desdeñar el papel del plástico como motor económico y social.