En 2002 tuvo lugar la proclamación oficial del Día de la Química en la fecha del 15 de noviembre a petición de Foro Química y Sociedad. En este momento, las organizaciones que conformaban el Foro elaboraron la Declaración de la Química con la finalidad de poner en valor la enorme contribución de esta ciencia e industria a los avances científicos y tecnológicos y a las innovaciones que permiten el progreso de la Humanidad. Desde entonces, esta Declaración ha sido suscrita por prestigiosas personalidades en el ámbito académico, investigador y de la industria.

En el año 2016, con motivo de la celebración en España del Congreso Europeo de la Química, se llevó a cabo una actualización de la Declaración de la Química, de nuevo apadrinada por el Foro Química y Sociedad, y suscrita por relevantes personalidades de distintos ámbitos.

La proclamación por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la UNESCO del año 2019 como Año Internacional de la Tabla Periódica de los elementos químicos, fundamental aportación química utilizada por todas las ramas de la ciencia, es también un reconocimiento a la Química como base de los avances en los distintos ámbitos de la Ciencia y una excelente ocasión para adherirte a la Declaración de la Química.

Han firmado la Declaración de la Química:

Carlos Negro Presidente del Foro Química y Sociedad y copresidente del 6º Congreso Europeo de Química
Jean Marie Pierre Lehn Premio Nobel de Química 1987
Antón Valero Presidente de la Federación Empresarial de la Industria Química Española
Ehud Keinan Presidente de la Sociedad Química de Israel
Robert Parker Presidente ejecutivo de la UK Royal Society of Chemistry
Harmut Frank Profesor de Química Ambiental y Ecotoxicología, Universidad de Bayreuth

La Química está en la base de prácticamente todos los avances científicos, tecnológicos e innovadores que permiten el progreso de la Humanidad. Es por ello que gracias a sus relevantes contribuciones, la Humanidad ha podido alcanzar con el paso de los años una mayor esperanza y calidad de vida.

En un mundo cada vez más urbano y con una población creciente, los retos que se avecinan pasan, indiscutiblemente, por una clara apuesta por la innovación y la investigación en los diferentes ámbitos de la Ciencia. Es aquí donde la Química, como área matriz que abastece al 98% de los sectores productivos, se sitúa como base fundamental para otras ciencias y áreas de conocimiento, pues deberá asumir la responsabilidad de dar respuesta y garantizar soluciones sostenibles a gran parte de estos desafíos a los que ya se enfrentan y se enfrentarán en un futuro cercano la sociedad y el planeta.

En 2030 se calcula que el crecimiento demográfico hará necesario un 30% más de agua potable y un 40% más de energía, además de alimentación para todos, acceso global a la salud y tratamientos médicos, o la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Todo ello demanda un gran esfuerzo por parte de la comunidad científica y del tejido industrial para generar productos, tecnologías y procesos globalmente accesibles que aboguen, además, por un modelo de crecimiento sostenible basado en el aprovechamiento racional de los recursos naturales.

La Química, a través de las personas que a ella se dedican en el ámbito científico, investigador, educativo, profesional y empresarial, contribuye notablemente a dar respuesta a estos y otros muchos desafíos en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por Naciones Unidas para 2030 y su solución solo será posible mediante la colaboración de todos los agentes, apoyados por la sociedad y las autoridades y organismos competentes.

 

POR TODO ELLO DECLARAMOS QUE:

  1. Es necesario fortalecer la concienciación social acerca del incalculable valor que aporta la ciencia en general, y de manera muy particular la Química, a todos los ámbitos de nuestra cotidianidad, y que nos ha conducido a gozar de una calidad de vida y un bienestar sin precedentes gracias a los avances alcanzados.
  2. Es necesario que tanto desde la Comunidad Científica como desde los poderes públicos se promueva de manera constante la confianza social y apoyo público a la ciencia como fuente de conocimiento que ha permitido avanzar a la Humanidad frente a extremismos y argumentos carentes de cualquier base lógica y racional en las que se apoya la evidencia científica.
  3. Es necesario, para fomentar este reconocimiento social, que los Gobiernos, Administraciones, líderes políticos y empresariales y toda la sociedad civil en su conjunto promuevan la excelencia en la educación científica, la investigación y la innovación tecnológica, así como la difusión de información objetiva y veraz sobre la ciencia Química y sus aplicaciones.
  4. Es necesario reconocer, valorar y apoyar la fundamental labor de los científicos y científicas que investigan y desarrollan los productos y aplicaciones, la labor del personal docente en la formación científica de las generaciones futuras desde las primeras etapas de la educación hasta la enseñanza más especializada, así como la de las empresas, profesionales y trabajadores que, en último término, generan los productos y beneficios económicos y sociales que precisa la ciudadanía. Sin todos ellos, la resolución de los desafíos globales por parte de la Química no sería posible.
  5. Es necesario que las Autoridades y Administraciones potencien a través de su actividad el desarrollo industrial de la Química y la competitividad de este sector, el cual permite trasladar los avances del laboratorio al día a día de las personas y transferir a la ciudadanía los avances derivados de la investigación. Extender globalmente estos avances y descubrimientos debe ser una prioridad.
  6. Es necesario que el conocimiento científico esté en la base de la toma de decisiones de carácter regulatorio, asegurando así que el diseño e implementación de políticas y legislaciones dirigidas a garantizar la protección de las personas y del medio ambiente se ajusten siempre al rigor científico.
  7. Es necesario que desde todos los ámbitos, ya sean públicos como privados, se apueste de manera continuada por la I+D+i entendiendo ésta no sólo como una herramienta fundamental para crear ventajas competitivas sostenibles, sino también como compromiso con las generaciones futuras, a las que queremos dejar como legado un mundo más equilibrado y sostenible.
  8. Es necesario poner en valor la aportación de la Química a un nuevo modelo de Economía Circular que será parte de la solución al continuo crecimiento de la población del planeta, permitiendo que residuos se conviertan en nuevos productos para racionalizar el uso de recursos.
  9. En línea con los Objetivos del Desarrollo Sostenible marcados por la ONU, es necesario el compromiso de la Química con la protección del planeta y sus recursos naturales de manera continuada. La construcción de sociedades más justas e inclusivas requiere de un crecimiento económico sostenible basado en la eficiencia y el uso responsable de los recursos que la Química puede proporcionar a través de sus aplicaciones y productos innovadores.