La invención del equipo investigador del Grupo de Polímeros y Materiales Avanzados también incluye un kit para llevar a cabo la prueba personalizada
Personal investigador del Grupo de Polímeros y Materiales Avanzados de la Universitat Jaume I de Castellón ha desarrollado un método in vitro para predecir o pronosticar la capacidad de inducir regeneración de tejidos óseos y blandos por parte de un biomaterial. Actualmente, no existe ninguna prueba de capacidad de regeneración personalizada y desarrollada para pacientes que van a recibir un implante o prótesis.
«El procedimiento que se pretende patentar se basa en la comprobación de la existencia de distintos tipos de clústeres de proteínas relacionadas con la actividad de regeneración ósea y de tejido blando adheridas de forma diferencial a la superficie del biomaterial, a partir de la puesta en contacto del suero del paciente con este», explica el equipo investigador. La invención también incluiría un kit para llevar a cabo la prueba.
Este método in vitro posibilitaría realizar, previamente a una intervención, un test de capacidad de regeneración personalizado y desarrollado para el paciente que va a recibir un implante o prótesis. De esta forma, disminuiría el riesgo para la persona, se reduciría el tiempo para obtener nuevos productos y también los costes. «El método permitiría determinar la capacidad de osteointegración en el caso de un implante dental y la capacidad de sellado del tejido blando en el caso del desarrollo de un pilar transepitelial», comentan desde el grupo de investigación de la UJI.
En la actualidad se utilizan ensayos in vitro e in vivo, largos, complejos, costosos, no exentos de discusiones éticas por el uso de animales en la experimentación, ni totalmente seguros. Cualquier cambio o mejora efectuada en estos dispositivos médicos, como la aplicación de un tratamiento superficial o el desarrollo de nuevas composiciones del biomaterial empleado en su fabricación, precisa un costoso y complicado proceso de evaluación de la biocompatibilidad del producto de, al menos, cuatro años para realizar la experimentación in vitro, in vivo y preclínica.
La aplicación empresarial del nuevo método abarca sectores como la producción de prótesis; la fabricación de materiales que tienen que estar en contacto con el hueso; las empresas de dispositivos médicos percutáneos; de investigación; grupos de ensayo in vitro e in vivo que desarrollan biomateriales para la determinación de su capacidad de regeneración de tejidos o el sector sanitario, en particular clínicas dentales, hospitales y agentes involucrados.
La nueva tecnología está validada a nivel experimental en el entorno de laboratorio y el equipo investigador busca colaboración para el desarrollo y adaptación de esta tecnología en aplicaciones concretas mediante acuerdos específicos y posterior acuerdo de licencia con empresas.
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