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01/10/2017 – Varias instituciones, entre ellas Naciones Unidas, han identificado los grandes desafíos que debemos afrontar en un planeta superpoblado con una creciente calidad de vida en el que, además, los países menos afortunados consideran injusto que regulaciones que no existían cuando otros países estaban viviendo sus propios procesos de desarrollo, sean hoy exigidas a todos. El problema afecta a más de 7.500 millones de habitantes que seguramente alcanzarán los 10.000 millones en menos de 50 años y con la mitad de la población viviendo en grandes ciudades.

Los grandes desafíos globales: agua, energía, alimentación y salud, se deben afrontar con una estrategia multidisciplinar. La Ingeniería Química, como ciencia fronteriza que se sitúa entre diferentes campos, debe jugar un papel decisivo para resolverlos.

El siglo pasado ha contemplado una explosión demográfica y una mejora sin precedentes de la calidad de vida, pero no de forma homogénea. Dicho en pocas palabras, la explosión demográfica ha tenido lugar fundamentalmente en los países en vías de desarrollo, mientras que las mejoras en la calidad de vida han sido más evidentes en los países ricos, si bien es cierto que en las últimas tres décadas este desarrollo está alcanzando a casi todo el mundo.

Ambos incrementos, así como el hecho de que ocurran simultáneamente, plantean serios problemas de sostenibilidad. La Ingeniería Química está profundamente comprometida con las posibles soluciones a las dificultades provocadas por esta situación. Esta disciplina científica está bien consolidada y, valiéndose de sus propios conceptos y métodos, ha dado lugar a subdisciplinas y ha influido en otros campos científicos y tecnológicos. Los dos ámbitos en los que esta incidencia ha sido más evidente son la Ingeniería Ambiental y la Ingeniería Bioquímica, aunque también está empezando a introducirse en nuevas áreas como Nanotecnología, Biomedicina, etc.

Sin lugar a dudas, la Ingeniería Química ha hecho grandes esfuerzos durante las últimas cuatro décadas en los siguientes campos:

  • Suministro de agua: durante los últimos 25 años el acceso a agua de calidad ha pasado del 75 al 90% de la población mundial. Más de mil millones de personas tienen hoy acceso a agua de calidad aceptable para uso doméstico, agrícola e industrial. La contribución de la Ingeniería Química, junto con otras disciplinas cercanas, a la gestión, tratamiento, recuperación y distribución de agua es incuestionable.
  • Producción de energía: la civilización actual es totalmente dependiente de la energía. Los procesos más frecuentemente empleados hoy día, con un mal reparto de las materias primas y graves consecuencias medioambientales, presentan problemas bien conocidos y dan lugar a otros muy serios. El ahorro de energía, el desarrollo de nuevas fuentes de energía primaria, su uso en centros de alta densidad demográfica, han sido temas presentes durante décadas en la investigación en Ingeniería Química. Buena muestra de ello son los esfuerzos para reducir el impacto medioambiental (emisión de óxido de azufre y nitrógeno, así como dióxido de carbono), el desarrollo de energías renovables (solar, eólica, biocombustibles), el desarrollo de una nueva generación de acumuladores (baterías de litio, sodio y vanadio), etc.
  • Producción y conservación de productos alimentarios: algunas estimaciones apuntan a que en 20 años necesitaremos producir entre un 30 y un 40% más de alimentos de los que se producen en la actualidad. Aunque se han logrado grandes avances, todavía hoy casi mil millones de personas padecen hambre y más de 500 millones de niños ven seriamente disminuidas sus posibilidades de desarrollo  y perspectivas de vida. En la actualidad, el concepto de Agricultura Inteligente (explotaciones en las que se miden y controlan múltiples parámetros) permite albergar esperanzas para lograr un aumento indispensable de la productividad, pero indudablemente debe ir de la mano del uso de cultivos modificados genéticamente si queremos alcanzar el aumento de la producción requerido. Además, el crecimiento de la acuicultura ofrece nuevas posibilidades de obtener proteínas baratas y abundantes. Otros asuntos, tales como el uso de nuevos materiales y aditivos para la conservación de los alimentos, son parte esencial de la investigación tanto de la Ingeniería Química como de otras disciplinas relacionadas.
  • Avances espectaculares en el área de la Salud durante las últimas décadas. Después de logros importantes como la aspirina, antibióticos, corticoides, la creación de nuevos fármacos, anestésicos, vacunas, técnicas de diagnóstico y procedimientos quirúrgicos han cambiado el mundo de la salud. Sólo las vacunas contra el sarampión, polio, tétanos y difteria han salvado más de 25 millones de vidas y un número incalculable de niños no ha visto reducidas sus oportunidades de vida. Las nuevas técnicas de prevención y diagnóstico de la tuberculosis han salvado más de 35 millones de vida en casi 5 años.
  • Otra revolución está por llegar: la comprensión de los múltiples procesos del cáncer, la medicación personalizada y la terapia génica en embriones y adultos cambiarán nuestro punto de vista sobre la vida, con repercusiones éticas y sociales que deberían ser estudiadas con la mayor celeridad.

El Presidente del Congreso, Carlos Negro, ha asegurado hoy: “el papel de la Ingeniería Química en muchos de estos asuntos es clara y evidente: si un producto comercial debe ser obtenido, si un proceso industrial ha de ser implantado, si un proceso existente tiene que ser mejorado, si el impacto ambiental debe ser reducido, etc. la metodología de la Ingeniería Química es aplicable y debe ser aplicada”.

Hoy, además de iniciarse el Congreso, se han celebrado la Chem-E-Car competition, el Chem-E-Quiz y la bienvenida a los asistentes. Mañana se anunciarán los ganadores del Chem-E-Car competition.