Debido a la guerra de Ucrania y la apuesta de la UE por el rearme de Europa, la nitrocelulosa se ha convertido en una materia prima escasa y con alzas de coste importantes que llegan muchas veces al 50%.
Además de ser un componente esencial como propulsor explosivo utilizado en artillería, es un material esencial para muchas tintas y barnices que no pueden fabricarse sin ella.
Muchas empresas han recibido estimación de cuotas y no se les garantiza el suministro debido a que la capacidad instalada en Europa es limitada y se están priorizando las demandas militares. En muchos países la producción de nitrocelulosa, por su importancia militar, es controlada por el Estado, lo cual está limitando aún más la disponibilidad ante la situación generada.
La situación ha desatado una alarma en toda Europa, que ya era muy dependiente de importaciones de China. Algunas plantas del sector pueden llegar a tener dificultades en el suministro a sus clientes.